(Madres de Plaza de Mayo participando de la Peregrinación a Luján- Archivo MPM LF)
Muchas veces el Sr. Cardenal sufre de cierta amnesia histórica. Es verdad que la Iglesia (de los pobres) fue y es perseguida cuando pone en práctica el Evangelio y las enseñanzas del Jesús histórico, muchas veces ocultado cuando no tergiversado a favor de ciertos intereses de poder, que no son los del pueblo fiel.
¿Qué pasa cuando la supuesta Iglesia perseguida (no la de los pobres) es la que persigue? Muchos todavía esperamos, como lo esperan ellas, las Madres, 30 años después, una palabra, un gesto, un pedido de sincero perdón por la indiferencia y la persecución de parte de muchos que se dicen de misa y hostia diaria, que contaban con la bendición de la gran mayoría del Episcopado, sacando las excepciones de siempre.
Como en la Catedral de La Rioja, a 30 años del martirio del pelado, a mi me cuesta creer en lindas palabras que no van acompañadas de una profunda reflexión y autocrítica personal. Porque muchos todavía buscamos verdad sobre las desapariciones de Yorio y Jalics, porque las pruebas encontradas de puño y letra del Sr. Cardenal en los archivos de la Secretaría de Culto no han sido desmentidas. Porque la verdad histórica grita con fuerza y lamentablemente no encuentra eco...
Hoy, a 30 años de la primera ronda de las Madres de Plaza de Mayo, muchos y muchas, que nos identificamos con las enseñanzas de aquel que dio su vida por amor, sentimos la necesidad de pedirles perdón, por cuantas veces la jerarquía de nuestra Iglesia-institución (no la Iglesia-pueblo que las abraza) no las recibió, las dejo (y deja ¿?) bajo la lluvia. Cuando eran acusadas (son ¿?) de ser "madres de terroristas". Tal vez la propia María, también haya sido acusada de ser la madre de un revoltoso que agitaba al pueblo y lo ponía contra el Cesar, como decían los sumos sacerdotes (poder eclesial) de la época.
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Queridas Madres, queremos acompañarlas en este 30 aniversario con la presencia viva del pelado Angelelli, de Don Jaime De Nevares, de Jerónimo Podesta, de Jorge Novak, de Carlitos Mugica, de Alice y Leonile, de Carlos Bustos a 30 años de su desaparición, de los Hermanitos del Evangelio y la Fraternidad, de Cristianos para la Liberación, de los catequistas del Bajo Flores, de los miles de cristianos y cristianas que derramaron su sangre y dieron su vida por un país diferente, por el país que también soñaron sus hijos e hijas.
Gracias Madres por el ejemplo, por la rebeldía de sus actos, por no callarse ante la autoridad (jerarquía). Gracias MADRES por enseñarnos a luchar por la VIDA!
Pablo Herrero Garisto
Cristian@s de Base.
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